
KIUO
Una llamada a la comisaría del municipio Jesús Enrique Lossada de la Policía Regional, hecha por unos muchachos que cazaban iguanas, alertó a los oficiales sobre la existencia de un cadáver en los terrenos de un pozo petrolero cercano a Campo Boscán.
Desde las 6.00 de la mañana los efectivos policiales acordonaron la zona enmontada a unos 50 metros del pozo C155 de Petrowayuu, donde sobresalían los dedos de la mano de Juan Gabriel Briceño Pirela (26) que se asomaban sobre la tierra donde fue enterrado hacía unas 30 horas.
Parcialmente la pierna izquierda del infortunado se dejaba ver entre la maleza del sector Jardines del Lago. Rastros de papel y periódicos con sangre marcaban el camino desde un claro en el lugar también conocido como el taladro de gas hasta donde yacía el cuerpo.
Pasada la 1.00 de la tarde llegó al lugar el laboratorio móvil del departamento de Criminalística de la Policía científica para realizar el barrido de la escena del crimen, con el fin de recabar evidencias para luego proceder a levantar el cadáver.
En bolsas de papel los detectives comenzaron a recolectar los indicios, incluyendo prendas de vestir rasgadas, pertenencias y hasta botellas. En trabajo conjunto, los funcionarios de la Policía científica, PR y Bomberos del municipio comenzaron a desenterrar el cuerpo.
Ensañamiento
El árbol cercano a donde yacía Briceño presentaba signos de incineración. Un yesquero a pocos metros y la ausencia casi absoluta de prendas de vestir develaron que el cuerpo fue parcialmente quemado antes de ser sepultado y como si el fuego no hubiese hecho el trabajo deseado, él o los homicidas decidieron enterrar el cadáver para evitar que fuera encontrado, pero la profundidad de la fosa no fue suficiente.
Al hombre le habían tapado la cara con un pasa montañas y mostraba evidentes signos de tortura. Sobre la tela ensangrentada se apreciaban los golpes recibidos durante sus últimas horas de vida. La acción del fuego y el proceso de descomposición afectó su piel, la cual estaba hinchada y amenazaba con rasgarse mientras era trasladado hasta lo móvil forense.
Jesús Teresen, jefe de la delegación Maracaibo de la Policía científica, informó que la víctima murió por fractura en el cráneo y hemorragia cerebral, provocada por algún objeto contundente. La data de muerte no supera las 30 horas.
Solicitado
Sobre Briceño se supo que estaba solicitado desde el 7 de julio de 2006 por su presunta participación en el secuestro de Lorenzo Michelle Partipilo Barrios (9), a quien se llevaron cuando iba en el transporte escolar por Cuatricentenario. Residía en sector Potreritro de La Cañada de Urdaneta.
Eliodoro González, jefe del circuito número dos de la Policía Regional, informó que vecinos del sector denunciaron que constantemente ven movimientos extraños por el sector de personas ajenas al lugar. Aseguran que éste sería el sexto caso similar que registra en la jurisdicción en lo que va de año.
QUE DIOS LO TENGA DONDE DEBA ESTAR
ASI MUEREN LOS CERDOS COBARDES CON SU PROPIO METODO
NO NOS MAMEN MAS GALLO
GUERRILLERO VALENCIANO
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