







El presidente venezolano, Hugo Chávez, calificó como un "cuento" repetido la afirmación de la Secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, de que para levantar el embargo contra Cuba es necesaria la democratización de ese país, lo que implica la liberación de los presos políticos.
"¿Van a seguir repitiendo el mismo cuento? Si eso es así, ¿qué podemos esperar del resto?, Más nada. Ojalá nos equivoquemos, pero serán ellos (Estados Unidos) los que tienen que demostrar con hechos" un supuesto cambio de actitud frente a La Habana, dijo el mandatario venezolano. Chávez encabeza la VII Cumbre de la Alternativa Bolivariana para las Américas (ALBA), integrada por Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica y Honduras, en la que buscan consensuar una posición común de cara a la Cumbre de las Américas de este fin de semana en Trinidad y Tobago.
En la reunión de alto nivel, que se celebra en Cumaná, a unos 400 kilómetros al este de Caracas, también participan Paraguay, Ecuador y San Vicente y Las Granadinas como invitados. El mandatario venezolano leyó unas declaraciones hechas hoy por Clinton en Haití, en las que destacó que para levantar el embargo de EE.UU. contra Cuba es necesaria la democratización de ese país caribeño, lo que implica la liberación de los presos políticos."En esas declaraciones está una manifestación política muy clara de irrespeto porque ¿cómo nosotros, los latinoamericanos, vamos a seguir aceptando eso como si nada? ¡Ya basta!", dijo Chávez, según un despacho de la agencia estatal de información ABN. El jefe de Estado aplaudió que, a diferencia de Clinton, el presidente haitiano, René Préval, haya abogado hoy en su discurso por el fin del embargo y el inicio del diálogo entre Estados Unidos y Cuba, sin que se imponga a esta última nación un cambio de orientación política.
A lo largo de la reunión presidencial, Chávez se ha referido en distintas ocasiones a Cuba y su situación frente a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que fue expulsada en 1962. "Yo no tengo duda de que en Cuba hay más democracia que en Estados Unidos, ¡no tengo ninguna duda!" expresó Chávez, sentado junto a su colega de Cuba, Raúl Castro, y tras enviar sus acostumbrados saludos al líder de la revolución cubana Fidel Castro.Esta mañana, al recibir a Castro a su llegada a Cumaná, Chávez confirmó que vetará la declaración final de la Cumbre de las Américas que se celebrará este fin de semana en Puerto España. "Esa declaración Venezuela (la) veta ahora mismo. Nosotros, junto con otros países, decimos que no estamos de acuerdo con esa declaración", declaró el jefe de Estado a los periodistas, sin más precisiones.
"De la Cumbre de las Américas no tenemos grandes expectativas; hay una declaración que es difícil de asimilar", debido a que "está totalmente descolocada en el tiempo y en el espacio, como si el tiempo no hubiera pasado", agregó el mandatario venezolano. Según versiones procedentes de Trinidad y Tobago, Venezuela y otros países de la ALBA, instancia creada en contraposición al Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), se oponen a que en la declaración de Puerto España se destaque el papel de la OEA, de la que Cuba no forma parte.
En el balcón del Palacio de Miraflores, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez Frías, se eleva cuan Leviatán en un océano rojo de fervientes seguidores que se suman a la celebración del séptimo aniversario del “retorno” de la revolución bolivariana, tras el fallido golpe de Estado que tuvo lugar del 11 al 12 de abril de 2002. Una fecha que será recordada por la mayoría de los venezolanos como el día en que Venezuela tomó las calles. Semanas antes de los acontecimientos de abril de 2002, miles de venezolanos se concentraron en la sede de Petróleos de Venezuela en Chuao (Caracas), con cacerolas y pancartas en mano para protestar contra las medidas y los despidos injustificados que el gobierno chavista estaba poniendo en marcha contra altos ejecutivos de PDVSA -y un destacado grupo de marinos mercantes que, en diciembre de 2001, habían tomado la iniciativa de encallar a los buques de la petrolera estatal en las costas venezolanas.
Sin embargo, aquella soleada mañana del 11 de abril, Venezuela y no un “escuálido” grupo de manifestantes como los sectores oficialistas quieren hacer ver, salió a las calles desde Plaza Altamira y Chuao rumbo a Miraflores para exigir la aplicación del artículo 350 de la Constitución, que hace referencia a la “desobediencia civil”: aquel derecho que le otorga el documento constitucional, instaurado por el mismo Chávez en 1999, para que la ciudadanía se alce contra el gobierno y pueda exigir la dimisión del Jefe de Estado en curso. Lo que comenzó como una protesta pacífica terminó en un cruce de balas y golpes entre ciudadanos y Guardias Nacionales, incitados por grupos oficialistas que se apostaron en las inmediaciones de Puente Llaguno para dispararle indiscriminadamente a una multitud que estaba ejerciendo su derecho a manifestarse. La muerte de 19 ciudadanos, forzó a que el General Lucas Rincón, en nombre del Alto Mando Militar venezolano, anunciara la dimisión de Hugo Chávez.
Pero en un tramo de 48 horas, a causa de una “cacería de brujas” y de las precipitadas decisiones asumidas por el Ejecutivo de facto, encabezado por el Presidente de Fedecámaras, Pedro Carmona Estanga -sumada a la astuta estrategia asumida por el ex Fiscal General de la República, Isaías Rodríguez, así como un destacado grupo de líderes del lobby chavista- el cerebro de la revolución bolivariana emergió prácticamente de la nada, con más fuerza si cabe. A siete años del “retorno” al poder, Hugo Chávez no ha dejado de ensañarse contra una democracia que poco a poco se queda sin oxígeno. En el séptimo aniversario del “renacer de la revolución”, Chávez sólo tuvo, como siempre, improperios contra una oposición que cada vez se encuentra más limitada para actuar. De nuevo, el ex teniente coronel de la República de Venezuela, aquel que en 1992 atentó contra la legalidad constitucional -y hasta se atrevió a cambiarle el nombre la nación a la que juro servicio y fidelidad- demostró que su intención no es otra que instaurar una dictadura en este país suramericano, manipulando las institucionalidad democrática para lograr dicho fin. Y es que al Leviatán Chávez le va mejor el nadar en una marea roja de embelesados seguidores que sentarse a gobernar.
"No vamos a permitir que ningún evento sea cual fuere, que ninguna circunstancia logre que nuestras relaciones sean perturbadas", afirmó Chávez durante una rueda de prensa en el Palacio de Miraflores tras la recepción dada a Uribe, de visita oficial en Venezuela.
La primera toma de contacto sirvió básicamente para tratar temas económicos, según informaciones de los medios locales recogidas , pero también fijó una declaración de intenciones para "relanzar" las relaciones. Estos contactos sufrieron un duro traspiés el año pasado después de que el Ejército colombiano lanzase una ofensiva militar contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en territorio ecuatoriano. Sin embargo, los roces parecen olvidados. "Estamos contentos de recibirte de nuevo, patria hermana somos la misma patria, una república hermana", destacó Chávez. Asimismo, insistió en que Venezuela "no apoya ni apoyará movimiento armado violento en Colombia ni en ninguna otra parte del mundo".
"El desarme sería un puerto de llegada y no de salida, creo que es justo, ya lo he dicho, que las FARC tomen nota de esto", aseveró el mandatario venezolano, partidario al igual que Bogotá de que la guerrilla inicia un alto el fuego de al menos cuatro meses. En este sentido, pidió que "los gobiernos amigos de Colombia vean esto con cuidado". "Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar, ojalá en ese esfuerzo que creemos necesario de la búsqueda de la paz, respetando las decisiones que Colombia tome sobre esto respetando su santa y sagrada soberanía", agregó Chávez, quien respondió a las críticas recurrentes en su contra aclarando que no era "amigo" de las FARC.
Por su parte, Uribe pidió el cese de las actividades militares y advirtió de que "para que la paz no se convierta en un engaño tiene que construirse sobre bases firmes". "Aquéllos que quieran la paz que cesen sus actividades criminales por cuatro meses. No exigimos que se empiece con el desarme y la desmovilización, esos son puertos de llegada", dijo el dirigente colombiano. Durante su breve intervención Uribe subrayó que los convenios firmados sobre aduanas permitirán reducir la "corrupción en el mercado exterior" y apostó por favorecer la transparencia y la confianza en las relaciones comerciales entre Colombia y Venezuela.
Los dos presidentes firmaron cinco documentos de Cooperación, entre otros la constitución de un fondo binacional de 200 millones de dólares, el establecimiento de una línea de crédito para impulsar el comercio y un acuerdo para llevar energía eléctrica de Puerto Iniria (Colombia) a San Fernando de Atabapo (Venezuela). Además, Venezuela acordó importar 10.000 vehículos de Colombia y un quinto pacto establece la posibilidad de que las divisas de los dos países puedan ser utilizadas en un futuro como moneda de intercambio comercial.
Chávez y las FARC
En una rueda de prensa tras los discursos, el presidente venezolano consideró, en respuesta a una pregunta, que el plan de seguridad implantado por Uribe en Colombia frente a los grupos guerrilleros "puede marcar una ruta hacia la paz".
"El presidente Uribe ha aportado ideas que pueden marcar una ruta hacia la paz. Difícilmente alguien pueda decir que soy enemigo de las FARC. No soy su aliado ni su protector y tampoco su enemigo. Pero las FARC deben tomar nota de esto", dijo Chávez, tras escuchar la defensa que hizo Uribe de su política al respecto. "Venezuela está lista para, a pesar de los pesares, ayudar en ese esfuerzo necesario de búsqueda de la paz, respetando siempre las decisiones soberanas que tome el Gobierno colombiano", dijo el gobernante venezolano.
Chávez, quien actuó en 2007 como mediador en la búsqueda de un acuerdo humanitario para liberar secuestrados en Colombia antes de ser desautorizado por Uribe, lo que generó una fuerte crisis que duró meses, insistió en su apoyo al Gobierno de su colega colombiano, con el que tantas acusaciones y descalificaciones intercambió en el pasado.
Al inicio de los 80 frente al colapso administrativo que genera el cúmulo de competencias administrativas, Venezuela al igual que otros países del mundo, comenzó su proceso de descongestión, ello bajo el amparo de la Constitución de 1961. Se crea la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado COPRE (1984), a los fines de organizar un Estado Moderno con la participación de diversos sectores de la sociedad. En ese tiempo se intensifica la actividad legislativa orientada a al fortalecimiento de las regiones: Ley de Descentralización (1990); Ley de Régimen Municipal (1989); Ley de Elección de Gobernadores (1989) elección directa; Fondo para la Descentralización (FIDES) (1993): “…promover la descentralización, solidaridad intergubernamental y el desarrollo de los Estados y Municipios…”
Este trabajo se fortalece con la constitución del año 99, a través de la cual cambia el sistema democrático de representativo a participativo, diseña un sistema nacional de planificación: Nacional, Estadal, Municipal y Comunidad, en pro de la descentralización de competencias desde Caracas hasta las comunidades organizadas. Y crea instancias de participación ciudadana como los Consejos Estadales Local de Planificación (CLPP), órgano planificado del municipio.
Todo en el marco de una situación política conflictiva, porque, aunque el Presidente Chávez llega al poder por elecciones, sus ejecutorias se alejaban cada día del esquema democrático y eso provocó el intento de golpe de estado y el paro petrolero. Actos que le dan al gobierno un justificante para arremeter contra todo, parecido a oposición. Pasa a la ofensiva agresiva, para lo cual necesita un manto de legalidad, crea sus leyes vía habilitante (2008), legisla la Asamblea Nacional (Ley de Descentralización marzo 2009), todo en detrimento de la constitución vigente, ejecuta actos que cercenan los derechos civiles y políticos con el apoyo del resto de los poderes públicos, los cuales se encuentran al servicio del Presidente y de su proyecto, tales como: límites a la libertad de expresión (ley de contenidos), pero el 8 el del Estado insulta, arremete, hace campaña a favor de los candidatos oficialista; el Presidente hace campaña abiertamente a favor de sus candidatos; el ente Contralor, inhabilita políticamente a candidatos de la oposición; PDVSA hace campaña abiertamente a favor del oficialismo; la propiedad privada igual es intervenida o expropiada según la conveniencia del Presidente, no hay seguridad jurídica, la ley la establece él en cada alocución Presidencial los domingo, allí anuncia “voy a intervenir”, “voy a parar a los atuneros que no se adapten…”, amenaza: “si siguen así voy a…”; interviene los Puertos y Aeropuertos que son competencia exclusiva de los Estados y los poderes públicos bien gracias, los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, vitoreando: ¡UH AH CHAVEZ NO SE VA!.
De lo expuesto se evidencia que el problema es mas político que legal, ya que esos actos se ejecutan con la intención de acabar con la disidencia, estorbo, para su proyecto político autoritario y personalista, y en eso se carga la institucionalidad. Según la encuesta de Alfredo Keller y Asociados (2008) el 42% Chávez vs. 35% oposición y el 23% no alineados; en cuanto a los problemas: la delincuencia 82% empeorado, corrupción 72% empeorado, aumento de costo de la vida 65% empeorado, pobreza 56% empeorado, escasez de alimentos 77% empeorado, se debe la escasez al gobierno? 54% SI vs. 41% NO. El resultado del último referéndum inconstitucional (2009) fue de 54,85% por el SI contra 45,14% por el NO.
Como se ve la oposición es un importante sector en crecimiento, (ni escuálido ni precario) y no se puede eliminar ni por ley, decreto u actos arbitrarios
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